Después de un julio "ajetreado" por las visitas de las hermanas, y de la salida comunitaria a Canberra, llegamos a un cuarto trimestre de curso lleno de la voluntad del trabajo bien hecho.
Compaginando estudios y trabajo, aprovechamos para vivir en comunidad todos los acontecimientos y dar gracias a Dios por hacerse presente tantas veces en nuestras vidas.
El 5 de agosto celebramos con las hermanas Ursulinas de la Unión Romana, las bodas de oro de la hermana Venera. Fue un dia precioso de celebración, alegría y gratitud por todo lo vivido en sus 50 años de consagración al Señor. El obispo Vincent celebró la Eucaristía en el Colegio St Angela, donde Venera fue la directora fundadora.
Asimismo, unos días más tarde asistimos a la Misa de a Educación que la Diócesis organiza anualmente y a la que asisten profesores, alumnos y padres de los 80 colegios católicos de Parramatta. Presidió el P. Chris de Souza, Vicario general para la educación y asistieron sacerdotes de las parroquias de la zona. Greg Whitby nos instó a ser educadores de esperanza en este mundo que sufre.
A principios de septiembre recibimos en nuestra casa a dos miembros del Consejo General de los Maristas, que vinieron a Mt Druitt a visitar a la comunidad LaValla 200 de los maristas. Una comunidad turquesa (como la define José Cristo Rey García Paredes) que se dedica a trabajar con los alumnos no escolarizados de la zona y con jóvenes en peligro de exclusión.
Gracias por todo lo compartido. Por lo que ha de venir... Amén.
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