Tras 22 horas de vuelo haciendo escala en Dubai, llegamos al aeropuerto de Sydney, donde nos esperaba Karen, una colaboradora de la diócesis católica de Parramatta, madre de cinco hijos y que nos acompañó hasta lo que va a ser nuestra casa.
Al día siguiente fuimos a misa a la catedral católica de Saint Patrick, a diez minutos caminando. La ofició el obispo de Parramatta, Ms. Anthony Fisher, que trabaja en el mismo edificio que Mr. Whitby, director de la Oficina de escuelas católicas de aquí. Después de la misa solemne y del envío de los catequistas de la parroquia, el señor Whitby nos presentó al obispo quién se mostró muy contento de nuestra presencia en Sydney y de la posible misión conjunta que podremos realizar. Seguidamente fuimos presentadas también al párroco de la catedral, el padre John, quien también nos dio una calurosa bienvenida. En todo momento nos ofrecimos para ayudar en lo que necesitara la parroquia y la diócesis.
Rápidamente llegamos al lunes y muy temprano nos fuimos a Sydney, para empezar las clases en la escuela de inglés (International House). Nuestra profesora se llama Margaret y es excelente: nos hace trabajar en las cuatro destrezas académicas: reading, listening, speaking y writing. Cada día cogemos temprano el tren para llegar a clase y tenemos una hora y media de recorrido. Regresamos ya por la tarde después de un día de trabajo en inglés compartido con doce alumnos más de diferentes nacionalidades (Suecia, Ecuador, República Checa, Colombia, Perú y Turquía).
Nuestra liturgia también es en inglés, para "buen entendedor pocas palabras bastan".
Hoy nos hemos reunido con el Vicario General de la diócesis de Parramatta, el padre Christopher (procedente de Sri Lanka) que, junto con el Sr. Whitby, nos ha ofrecido fundar en Sydney una comunidad de Misioneras de Nazaret para extender nuestro carisma. Hombre de Dios, sencillo y agradable que se ha hecho portavoz del obispo Anthony.
En la escuela de inglés y en la diócesis nos han dicho: "Qué bien que vosotras vais a llegar con buenasnoticias para vuestras hermanas, pues sois un motivo de esperanza para las que os esperan"
Aún no hemos tenido tiempo de deshacer maletas puesto que en Australia se vive a un ritmo muy rápido, pero procuramos cada día introducirnos más en la cultura y dar gracias a Dios por la oportunidad y el desafío que todo esto supone.